La construcción de instrumentos de cuerda es un proceso artesanal que requiere experiencia, precisión y una comprensión profunda de la madera, la acústica y el arte de la música. Cada instrumento es único, creado con la intención de maximizar su resonancia y carácter. En mi taller, cada violín, viola y violonchelo se construye de manera artesanal, seleccionando cuidadosamente las maderas y aplicando técnicas tradicionales y modernas que garantizan un sonido rico y una respuesta dinámica.

Una de las mayores ventajas de encargar un instrumento hecho a medida es la posibilidad de personalizarlo para que se adapte a las preferencias y necesidades específicas del músico. Desde la elección de la madera y ajuste del mástil, hasta la forma del diapasón y el ajuste del alma, cada detalle se estudia y se adapta para lograr un equilibrio perfecto entre comodidad, proyección y timbre. Este enfoque personalizado no solo mejora la experiencia del intérprete, sino que también potencia su capacidad de expresión musical.

Trabajar junto al músico durante el proceso de creación es fundamental para entender sus expectativas y estilo de interpretación. Esto permite que el resultado final sea un instrumento que no solo cumpla con los más altos estándares de calidad, sino que también refleje la personalidad y las aspiraciones artísticas del músico, convirtiéndolo en una extensión de su propia voz.